En el mundo actual, en el que la experiencia lo es todo y los usuarios se fijan más en la experiencia digital a la hora de obtener satisfacción, el rendimiento de la infraestructura de servidores es una apuesta importante para determinar el éxito de las aplicaciones. Los usuarios exigen velocidad, fiabilidad y coherencia, y cualquier deficiencia en este sentido puede provocar insatisfacción, pérdida de ingresos o incluso dañar la reputación de su marca. Si bien se puede argumentar que los héroes olvidados son los servidores, que impulsan todo, desde sitios web y aplicaciones móviles hasta complejos sistemas empresariales, esto requiere mucho más que una simple configuración. Para que sigan funcionando bien, es necesario prestarles una atención constante y cuidarlos con una optimización estratégica. Este artículo examina las métricas clave que miden el rendimiento de los servidores y ofrece consejos prácticos para mejorar y mantener por qué la vigilancia es tan importante para garantizar un ecosistema digital de alto rendimiento.